Romance Histórico de San Babilés

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 Presentación del Romance Histórico, Enrique Maestu Unturbe

24 de enero de 2008

 

Enrique M

 

En las tierras de Boadilla.

cuentan nuestras tradiciones.

que hubo en tiempos muy remotos,

tiempos de las invasiones

de los godos y los moros

un varón con grandes dones,

del espíritu, cristiano

del Mandamiento, observante

 y con los vicios, tirano.

 

Era obispo de Pamplona

y se refugió en el campo.

A él llegaban los piadosos,

era su fama de santo.

Hasta la ermita venían

los devotos y los castos.

para escuchar la palabra

de nuestro señor sagrado,

largos caminos hacían

peregrinos de otros pagos.

 

Predicaba el evangelio

a los niños y mayores

que llevar camino recto,

evitando los errores,

a los justos trae más cuenta

y llena de bendiciones.

Escondido entre sus pliegues

el cruel destino tenía,

urdidos malos presagios

cosas que nadie sabía.

 

Vinieron tiempos aciagos,

los moros nos invadían

y aquellos fieros guerreros

asolaron nuestra villa.

 

Malos tiempos caballeros,

y que mucho durarían,

cuantos terrores y llantos,

en las calles se oirían de

las pequeñas y humildes

Odón y Vega Sagrilla.

 

Estaba el santo en su ermita,

esto dice la leyenda,

junto con ochenta niños,

que eran de edades muy tiernas,

con ellos rezando estaba,

tomaronlo como afrenta,

con ellos sufrió martirio,

cortaronles las cabezas.

 

Vueltos son ya los cristianos,

ya reconquistan Castilla

y otra vez nuestros paisanos

reconstruyeron la ermita.

 

San Babilés, tu memoria

no hace falta que este escrita,

se ocultó en los corazones,

de los fieles que vivían

la letra del evangelio,

y a su patrón merecían

 

Es Boadilla muy hermosa

suaves lomas, breves ríos,

donde el encinar se ensancha,

y sufre inviernos muy fríos,

colinas, montes, laderas,

y entre sus troncos sombríos,

alegre pasta el ganado

la hierba en campos baldíos.

 

Y en los cielos azulados

nos protege desde arriba

San Babilés, el amado,

que es nuestro patrón y guía.

 

Y hasta la ermita del santo

llegaban en romería

hombres, mujeres y niños

para celebrar el día,

con Misa Mayor solemne,

al cerro todos subían.

el veinticuatro de enero,

llegaban con alegría.

 

Y los vecinos de antaño

que amaban a su Boadilla,

los milagros y favores

que San Babilés hacia,

a todos los forasteros

con gran gusto referían.

 

Y pronto se corre la voz,

dicen que es gran maravilla,

que los niños herniados,

que remedio no tenían,

por intercesión del santo

al acudir a la ermita

de su dolencia sanaban

pues el santo lo quería.

 

Ahora quisiera decir,

a cuantas copiosas huestes

llegan ahora a este lugar

de su historia no conscientes.

que es esta tierra muy antigua,

de lejos llega el presente.

 

Y llegados a este punto,

no quisiera terminar,

sin pedir a los presentes,

todos juntos vitoread

a nuestro grande patrón

y luego con Dios marchar.

 

Viva San Babilés

y que viva nuestra hermandad.